Encuentro

Creo que es importante tomar consciencia de que más allá de los matices que puedan poner los medios, transitamos un período difícil en la Argentina. Cuesta saber qué es lo que realmente está pasando. Muchas veces me siento confundida, y también engañada, porque se escuchan versiones y discursos contradictorios. Creo que la pregunta de por qué estamos así, y cuáles son las medidas y decisiones correctas para encaminarnos hacia una realidad más justa, hacia una vida más vivible para todos, escapa a la capacidad de respuesta de muchos, y eso realmente me angustia. ¿Qué discursos son los que tienen razón, los que dicen la verdad? Ante tantas maneras de narrar una misma situación, una misma realidad que estamos viviendo, ¿cuál es la correcta, cuál es la que se condice con lo que está pasando? ¿Qué reclamos son legítimos, justos? Porque por una parte, una versión resulta convincente, verosímil. Pero luego uno escucha la otra, entonces en la versión anterior hay cosas que no cierran, y allí nos asalta la duda de cuál es el camino de lo justo. Y es claro que todo esto más confuso se torna cuando está atravesado por intereses políticos, partidarios y particulares… ¿Cuál resulta ser la interpretación de lo que está ocurriendo que es sincera, es decir, que no esté contaminada por el interés de poder? Y esto nos duele, porque en la búsqueda de lo justo para todos y lo honesto, nos encontramos con contradicciones, con miradas y propuestas para una misma realidad que resultan antagónicas.

Ante este panorama, que nos duele, creo que la escucha, el estar atento al otro, a mi prójimo, a su realidad y su situación, resulta ser el mejor parámetro. Antes que una versión mediada (mediada por otro que me la cuenta, por otro que pone en su relato el matiz de su interpretación) elijo el encuentro. Estar comprometidos con una realidad que se presenta difícil, implica salir al encuentro, a la escucha; ir a la raíz de lo relatado, allí donde el relato acontece. Y salir al encuentro es también salir de sí mismo.

Y esto de la escucha implica también estar atento con lo que ocurre en las calles. En un momento de conmoción social, que se encarna en manifestaciones, salidas a la calle, movimientos organizados que se comprometen y buscan hacerse ver y oír, creo que es esencial no permanecer indiferentes. Por eso resalto la importancia de tener una mirada crítica hacia los reclamos de otros. Eso también es escucha. Y quiero destacar que esta escucha necesita ser crítica pero no por ello menos empática, menos comprometida con la lucha del otro, menos comprometida con su dolor y su reclamo.

Ser cristianos, entonces, es salir de la comodidad de lo establecido y dejarse interpelar por el grito de justicia de nuestros hermanos, de aquellos con quienes compartimos la vida aquí en la tierra. Y es eso lo que me mueve a no permanecer indiferente ante muchos otros, en quienes me veo a mí misma, veo en su dolor también mi dolor, en sus búsquedas de una sociedad un poco más feliz para todos, mi propia búsqueda. Porque entiendo que el otro me constituye. Entiendo que soy con los otros, nunca sola.

Mili Raffa

actualidad, encuentro, Realidad
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